Los sabores, los placeres y el arte de la mesa de nuestra tierra
Santiago do Cacém, municipio que se extiende desde las sierras a través de la llanura hasta llegar al mar, ofrece una diversidad gastronómica llena de ricos sabores que perduran en la historia y en la tradición.
La gastronomía se presenta como una verdadera simbiosis de diversas herencias.
Son paladares ancestrales de orígenes remotos, sabores de un Alentejo interior que contrastan con las fragancias de un litoral único, donde la laguna se une con el mar.
Nuestros sabores de tierra y de mar son la combinación perfecta de ingredientes, aromas y colores, que recurren a un banquete informal en busca de la verdadera tradición.
La calidad de la anguila de nuestra laguna es incuestionable, debido principalmente a la apertura anual de la laguna al mar. Con este manjar se realizan los tradicionales ensopados y caldeiradas que se comen en los restaurantes de la Costa de Santo André. Las anguilas fritas son un bocadillo muy apreciado que se puede acompañar con pan y vino de la región.
La açorda, que en árabe significa sopa de pan, está hecha con rebanadas de pan de trigo y es un manjar muy apreciado que se prepara en muchos de los restaurantes distribuidos por todo el territorio de este municipio. Los platos más buscados son la açorda de cilantro, la açorda de poleo, la açorda de bacalao, la sopa de verdolaga y la sopa de liebre.
Con el tomate, fruto con alto contenido de vitamina C y propiedades antioxidantes y diuréticas, se preparan la sopa de tomate y el dulce de tomate, cuyo máximo exponente es Alvalade.
El gazpacho de Alentejo es un plato verdaderamente refrescante, preparado con agua, hielo, ajo machacado, sal, aceite de oliva, vinagre, orégano, tomate, pepino, pimiento y pequeños trozos de pan. Se sirve acompañado con pescado frito o con pequeñas tiras de jamón.
Las migas son diferentes a la de la açorda, ya que el pan, en vez de cortarse en rebanadas, se transforma en una pasta fina frita en grasa de cerdo, las famosas Migas a la alentejana, que se sirve con carne de cerdo y rodajas de naranja.
El cerdo, sus derivados y el borrego son las carnes más utilizadas en la preparación de nuestros platos.
El cerdo, una de las bases de nuestra alimentación, se despliega en múltiples creaciones culinarias, que casi siempre se preparan con condimento de pasta de pimentón y se conservan en su propia manteca. La carne de cerdo frita, el lomo de cerdo asado, la carne de cerdo a la alentejana, los sesos con carne de cerdo, las chuletas de cerdo, el cocido a la portuguesa y el cocido de garbanzos se encuentran entre los platos más apreciados y forman parte de los menús de casi todos los restaurantes del municipio de Santiago do Cacém.
Los embutidos como la longaniza, el chorizo y la farinheira, en muchos casos, se venden en las mismas carnicerías que los producen, al igual que los chicharrones, con los que se prepara el tradicional pan de chicharrón, y la manteca de cerdo, que se utiliza como condimento en la preparación de muchos platos.
El ensopado de borrego, el borrego asado al horno y las cabezas de carnero asadas son verdaderos manjares.
Las carnes de caza, como la liebre, el conejo, la perdiz y el jabalí, se multiplican en una gran variedad de platos y bocadillos.
El cilantro, el poleo, el orégano, la hierbabuena, el pimentón, el perejil y el laurel son las especias aromáticas más utilizadas para la preparación de nuestros exquisitos manjares.
Entre los vinos existentes en el municipio de Santiago do Cacém, se encuentran los blancos, tintos y rosados embotellados por la bodega Adega do Cebolal, situada en Vale das Éguas. Los vinos de las pequeñas bodegas de Santa Cruz y Santo André pueden adquirirse a partir de diciembre.
Dependiendo del paladar de cada persona, los quesos pueden ser simples o condimentados con sal o con pimentón.
En el municipio de Santiago do Cacém, la apicultura se practica en todas las parroquias y su producto más conocido es la miel de romero.
En la repostería destacan las Alcomonias, un dulce tradicional de origen árabe con forma de rombo, preparado con una pasta hecha con harina tostada, piñones y miel.
Los caramelos de piñón y miel, que se preparan de manera similar, se presentan envueltos en papeles coloridos.
El pastel de Santiago, hecho con almendras, calabaza, canela y azúcar, forma parte de los deliciosos postres que figuran en los menús de algunos restaurantes de la región.
También cabe mencionar las rosquillas fritas, los buñuelos y las popias caiadas de Alvalade, la torta de masa de pan y, durante las fiestas de los santos populares, las alconcoras y las cachamorras.
La fabricación de licores también es una actividad que se pierde en la bruma de los tiempos y forma parte de nuestro patrimonio gastronómico y cultural.
Preparados principalmente por manos femeninas, nuestros sabrosos licores de poleo y de arándanos son una verdadera delicia y tienen propiedades antioxidantes y medicinales.
¡Manjares exquisitos, buenas bebidas y buena compañía son los ingredientes que ayudan a grabar para siempre en nuestras mentes lugares y momentos únicos!
